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TEQUIO EN LA COMUNIDAD ESCOLAR DE LA SECUNDARIA TÉCNICA NO. 95

Saraí

El domingo 25 de septiembre la Red de Huertos Escolares y Comunitarios y la comunidad de la Secundaria Técnica #95 de Mahuixtlán convocaron a un tequio para apoyar en al inicio del huerto escolar, limpiar el espacio y posteriormente hacer un compostero; esto se llevó acabo en la localidad de Mahuixtlán, Coatepec, Ver. El tequio fue planeado y facilitado por los integrantes de la RHEC y dio inicio alrededor de las 9:00am, en este espacio escolar coincidimos más de 100 personas: alumnos, padres de familia, maestros y miembros de la red de huertos quienes acompañamos el trabajo con gran entusiasmo y esfuerzo.

Conformación de equipos

Nos colocamos en círculo y mediante preguntas detonadoras empezamos a compartir las experiencias personales de cada uno con el campo. La mayoría de las personas reunidas teníamos experiencias previas trabajando la tierra, así que continuamos organizando equipos: El primero se integró para apoyar en el corte de bambú para la construcción del huerto y un compostero, el segundo para limpiar la maleza que está cerca del terreno donde se hará el huerto, el tercero para limpiar las orillas de la barda donde se hará un mural y finalmente el cuarto equipo se dirigió a limpiar el terreno de los limoneros.

Trabajo práctico

Alrededor de las 10:00am iniciamos el trabajo práctico en las áreas verdes de la escuela, se comenzó a chapear, reunir composta, levantar basura y remover la tierra, todos mostrando gran disposición y cooperación.

Alrededor de las 11:30am Juliana convocó a los alumnos y pidió un aplauso para reconocer el trabajo y esfuerzo, también les preguntó: ¿Cómo quieren que se vea su huerto? por mayoría se acordó que su huerto se haría en forma de laberinto- mandala.

Antes de pasar al desayuno se dispusieron 15 minutos más para levantar la maleza y acordamos no pisar la tierra donde se siembra para que las plantas tengan espacio donde crecer.

Convivio

Alrededor de las 12: pm nos reunimos en la cancha para compartir alimentos, previamente se había avisado llevar plato, vaso y cubiertos. Algunas madres de familia llevaron tamales, gorditas, pambazos, enchiladas y fruta así que cada uno terminamos satisfechos y listos para continuar el trabajo.

Trabajo práctico

En este momento del tequio la mayoría de los alumnos y maestros se dirigieron al área donde se hará el huerto para iniciar el trazo en forma de mandala, juntos continuamos removiendo tierra y dimos inicio a la elaboración de la primer cama.

Se pidió a los alumnos que se integraran alrededor de su huerto y comenzaran a trasplantar algunas plántulas de zacate limón, fresas, cebollines que los jóvenes llevaron para sembrar, fue un momento muy emotivo y significativo lleno de nuevos aprendizajes y vivencias compartidas.

Por último formamos un círculo alrededor del huerto, se agradeció y se pidió continuar invitando a los padres para unirse a esta nueva iniciativa de huerto escolar. Antes de irnos dejamos nuestros buenos deseos llenos de esperanza para el proceso de un nuevo huerto.

Aprendizajes de la experiencia

Como red fue el primer tequio en que la participación de la comunidad sobrepasó los 100 asistentes, lo cual tiene que ver con el tamaño y número de alumnos de la comunidad, pero también con aspectos del contexto en que se ubica la escuela. La convocatoria fue muy amplia e involucraba a algunos docentes, estudiantes y padres de familia, todos con gran disposición a colaborar y co-construir el huerto escolar. La transformación del espacio del huerto, pero también de otros espacios de la escuela fue más que notable, así como los importantes saberes de quienes apoyaron. El haber compartido con una comunidad donde gran parte de la población se dedica a la agricultura permitió un intercambio de saberes no siempre desde el habla, sino en la propia experiencia.

Este tequio igualmente nos dejó muchos puntos a mejorar, entre ellas la necesidad de conocer mejor el contexto y las diversas dinámicas de las escuelas y las comunidades en donde se encuentran; por ejemplo, adaptar el horario de inicio de las actividades en una comunidad que trabaja en el campo y suele comenzar sus jornadas a muy tempranas horas. Tener una planeación más fina para los tequios, pues aunque en comunidades pequeñas puede ser más sencillo el llegar a acuerdos, en comunidades tan grandes puede llegar a ser conflictivo. Y un aprendizaje muy importante, hacer una evaluación del tequio junto con los participantes.

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